Bisila Bokoko. «Yo he diseñado mi vida»

Una de las 10 españolas más influyentes en el mundo de los negocios en EE. UU.

Durante casi 7 años, Bisila Bokoko ha sido la Directora Ejecutiva de la Cámara de Comercio España-Estados Unidos en Nueva York. Ha ayudado a marcas como ZARA a establecerse en EE. UU. y está considerada una de las 10 mujeres españolas más influyentes en el mundo de los negocios en América.

Ayuda a sus clientes a cumplir su sueño de querer introducirse en mercados internacionales. Comparte escenarios de conferencias con ministros de economía y líderes mundiales. Trabaja para Naciones Unidas apoyando a mujeres en proyectos de emprendimiento, integración y desarrollo económico sostenible y asesora a las empresas para que integren una estrategia de diversidad.

Es filántropa y mentora y promueve proyectos de alfabetización para los pueblos africanos con el lema: ‘con un libro, nunca estás solo’.

Vive en Nueva York y viaja por todo el mundo compartiendo su conocimiento. Acostumbrada a aparecer en publicaciones como ‘Vanity Fair‘, ‘New York Magazine‘, ‘Harper’s Bazaar‘, o ‘Forbes‘, Bisila se declara amante de la moda y su mosaico en Instagram es prueba manifiesta de su elegancia natural.

Entrevista a Bisila Bokoko en WOMAN LEADER en YouTube

Bisila tú dices: Yo he diseñado mi vida. ¿Cómo se diseña una vida?

En principio decidiendo qué ingredientes le quieres poner a tu vida. Se diseña como se diseña un pastel o un vestido… Para mí lo que era muy importante era tener una familia, tener un trabajo que me encantara, tener mi propio tiempo, viajar y hacer cosas interesantes cada día.

Desde hace un par de años las mujeres están alzando la voz y luchando por la igualdad de oportunidades. ¿Crees que las mujeres estamos dejando de ser figuras ocultas en el mundo de los negocios?

Yo creo que cada día somos mucho más visibles en el mundo de los negocios, creo que antes éramos excepciones y va a llegar un momento en el que no seamos la excepción, que no sean solamente unas pocas las que alzan la voz, sino que sea absolutamente normal ver mujeres en puestos de dirección y ver mujeres haciendo todo tipo de trabajos en todo tipo de industrias. Lo que hay que hacer es normalizar esto.

¿Qué consejos le darías a una niña de secundaria de cara a su formación para preparar su futuro?

Lo que es importante es que las niñas crean en sí mismas porque a nivel cultural, sobre todo en la manera en la que nosotras hemos crecido, intentando no mostrar todos nuestros talentos y siendo un poco más retraídas, sin alzar la voz, o lo que nos han dicho de que no se nos vea demasiado… en la cultura latina y africana existen estas cosas, el no llamar demasiado la atención… Mi consejo sería que sean ellas mismas y que siendo femeninas, cumplan sus sueños y que hagan realmente lo que quieran, sin perder su esencia.

Has ayudado a las empresas españolas a cumplir su sueño americano. ¿Qué cambios ha habido en este sentido desde que está la administración Trump? ¿El lema América para los americanos está cumpliéndose?

Te diré la verdad que yo no he notado un cambio importante. Mi sensación es que los empresarios que han querido seguir cumpliendo su sueño americano no han dejado que Trump castre sus sueños. La política va por un lado, la economía por otro, no como aquí que la política tiene mucho más impacto en la vida de las personas que la que puede tener en EE. UU. Llevo 20 años en EE. UU. y he visto diferentes presidentes, diferentes administraciones y diferentes formas de hacer las cosas, pero creo que el sueño americano sigue siendo el sueño americano y nadie nos lo va a quitar.

¿Cuáles son los productos y sectores españoles que triunfan en EE. UU. y por qué? ¿Qué visión se tiene de las empresas españolas en EE. UU.?

La industria agroalimentaria siempre ha estado en EE. UU. y sigue creciendo. El campo de las nuevas tecnologías es un campo muy importante y algunas startups españolas han sido casos de éxito en EE.UU. La industria farmacéutica también con todo el tema de los nutracéuticos y también hay muchas oportunidades en EE. UU. para el sector de la cultura.

Dales un consejo a las emprendedoras sobre cómo llegar al mundo con su producto o servicio.

Les diría que primero tienen que concentrarse en los por qué sí. La mayoría de las personas, cuando tienen un producto y dicen “lo voy a vender”, enseguida se lamentan: “Ya, pero es un mercado muy difícil, es que no tengo todo preparado, es que mi página web no está aún en inglés”. Siempre surgen los por qué no. Se tienen que preguntar: ¿Por qué razón querrías llevar este producto a este país? ¿Qué es lo que vas a aportar con él? ¿Qué valor le va a dar al mercado? ¿Qué es lo que tú tienes que no tienen los demás?

Cuando tú empiezas a concentrarte en lo que hace la diferencia y en las razones por las que quieres ir a abordar un nuevo mercado, cambia completamente tu perspectiva y estás centrado en las posibilidades y no en los impedimentos y así ya tienes la llave para entrar.

Llevas ya más de 20 años viviendo en Nueva York. ¿Cómo te acogió la ciudad?

Pues al principio no me acogió nada bien, era un mes de enero con un frío… Yo que venía de Valencia con la buena temperatura que tenemos allí y realmente fue muy duro. Yo creo que los primeros tres o cuatro meses, siempre tenía la sensación de querer volver a mi casa, porque la ciudad es hostil en sí. El cambio de cultura fue importante. Para mí también la manera en la que son las relaciones personales en EE. UU. comparado con las relaciones en España me chocó porque a España llego y mis amigos son los mismos y es como si los hubiera visto ayer, pero allí tienes una sensación de soledad que al principio es muy difícil de llevar, pero lo que me ha enseñado la ciudad es a aprender a vivir conmigo misma y a ser mi mejor compañía.

Luego es que cometí todos los errores que comete todo el mundo, quería buscar apartamento y el broker te saca el 17% de la renta anual y como allí hay que negociarlo todo… fue complicado, fueron unos años de prueba durísima, pero te crece como una segunda piel y ya te acostumbras a todo.

Tienes un proyecto en el que lleváis la comida por excelencia de tu ciudad natal al mismo Manhattan. Cuéntanos cómo funcionan las paellas party en Nueva York.

Mi primera paella party fue en el año 2006. Lo que hicimos fue ayudar a una empresa a preparar una paella para 20.000 personas en Central Park y fue impresionante porque ha sido la única vez en mi vida que me he vestido de fallera y no lo he hecho en Valencia, lo he hecho en Central Park en Nueva York. La cultura de la paella es la cultura del compartir y los americanos estaban felices de vivir esto. Luego la empresa española de especias Carmencita se inspiró en esto para promocionar sus productos y empezamos a hacer las paellas party y a la gente le encantan.

Para organizar tu día a día apuestas por el total focus y llevas un diario. Explícanos cómo te ayuda esto.

Yo llevo un diario desde que tengo 12 años, entonces no es nada nuevo para mí. Ahora se ha puesto muy de moda el tema del journaling pero yo lo hago para mi propia salud mental. Desde que era muy pequeña escribía mis pensamientos y me ayudaba a tener foco y contaba en él todas mis historias, mis sueños y mis problemas. Para mí es una forma terapéutica de poder entenderme a mí misma y conocerme mucho mejor. Es una práctica que llevo haciendo toda mi vida.

Yo también antes era de esas personas que trabajaban 16 horas al día y siempre tenía la sensación de que nunca se me acababa el trabajo y de que nunca tenía tiempo para mí y que realmente estaba con mis hijos, pero estaba con el teléfono y otras cosas. Entonces me pasé esa etapa de mi vida existiendo, no viviendo, hasta que hice ese cambio de total focus. Si estoy contigo, estoy contigo, estoy aquí y quiero mirarte a los ojos y tener la sensación de que estoy aquí presente. Si estoy con mi familia exactamente lo mismo, si estoy con mis amigas igual, y si trabajo hago lo mismo. Entonces ahora dedico cuatro horas al día de foco total durante las que entiendo que lo que pase en el mundo, no lo puedo solucionar. Entonces en esas horas ni estoy mirando las noticias, ni viendo mi teléfono, no cojo llamadas y así consigo tener todas mis capacidades creativas realmente puestas en el foco. Y después de esas cuatro horas me voy a la siguiente actividad.

¿Cómo conciliáis la vida familiar ?

En mi caso es que está mezclada porque mis hijos están muy acostumbrados a viajar, a ser parte de mis sueños y de mis proyectos. Cuando estoy con mi familia, estoy con mi familia y tenemos ciertas ceremonias familiares que nos gusta cumplir como los Sunday breakfast en los que comemos pancakes y estamos realmente todos sin los teléfonos. Y luego también cuando ellos tienen vacaciones escolares yo también cojo mis vacaciones con ellos.

¿Cómo y cuándo empiezas a reconectar con África?

Mi reconexión con África empieza en el año 2009 cuando cumplo 35 años y noto un cambio en mí, porque pienso de todo lo que conozco lo que conozco menos es esa parte de mis raíces. Aunque en Nueva York, cuando yo llegué en el año 2000 algunos de mis amigos eran africanos de Ghana o de Nigeria y además cuando hice el máster de Relaciones Internacionales parte de mi proyecto era el crear unos Estados Unidos de África, entonces en ese momento tuve la opción de conocer África, pero solamente a través de los libros y a nivel filosófico y geopolítico. Así que mi regalo de cumpleaños fue ir a África y gracias a ello ahora gran parte de mi trabajo está relacionado con el continente.

Bisila Bokoko African Literacy Project (BBALP), es tu proyecto de llevar bibliotecas a las zonas rurales de África y fomentar el amor a la lectura entre los niños en África. Cuéntanos un poco cómo surgió esta iniciativa.

Yo conocí África a través de los libros porque era la forma que tenían mis padres para conectarnos con nuestra cultura, los temas tradicionales, las distintas tribus… cosas que para nosotros eran muy difícil de entender si no habíamos vivido allí. Así que cuando yo estuve en África pensé que ellos también podían abrirse a otros mundos a través de los libros.

Háblanos de Empretec y de cómo ayudáis a mujeres en países en vías de desarrollo a crear sus propios planes de negocio a través de la mentorización.

Con EMPRETEC llevo desde el año 2010 y es como una factoría de sueños porque imagínate una mujer que siempre quiso montar una panadería, pero se da cuenta de que hay mucha gente intolerante al gluten y busca harinas alternativas como harina de yuca o de plátano. Entonces a lo mejor esta persona solo necesita 3.000 o 5.000 euros para empezar un proyecto, pero nosotros no queremos solamente darle el dinero, le queremos dar formación para sepa llevar una contabilidad, para que su plan sea sostenible. He visto cosas maravillosas como gente montando salones de belleza, escuelas y hasta Universidades.

Son proyectos de mujeres en ocasiones con unos principios muy complicados, con unas culturas que no les permiten tener ningún tipo de visibilidad, acceso al capital, ni acceso a la educación y que con todos los límites que tienen siguen adelante.

Cada dos años hacemos unos premios EMPRETEC y premiamos a algunos de estos proyectos en el Palacio de las Naciones en Ginebra, aunque también lo hemos organizado en Katar o en Kenia. Trabajando hace poco en Jordania he visto un proyecto de robótica de una mujer musulmana que vivía cuidando de sus hijos y de su familia y de repente se dio cuenta de que el mundo no está preparando a sus hijos para las nuevas tecnologías porque seguían estudiando cosas tradicionales, entonces ella decidió diseñar un programa especial de robótica en el colegio. Esta mujer ha sido capaz de convencer al sistema educativo para introducirlo.

Tú dices “ser diferente te invita a ser especial”. Las empresas están apostando por la diversidad en sus equipos. ¿Qué ventajas ofrece el talento diverso dentro de las organizaciones?

Todas. Cuando cuentas con personas de distintos perfiles y distintas culturas eso aporta valor. Muchas veces a ti hay cosas que no se te ocurrirían y se le ocurren a otra persona. Cuando hay distintos talentos en la mesa es fantástico. Y sobre todo la diversidad de género aporta un valor indiscutible. Cada uno tenemos una serie de características que cuando las ponemos todas juntas siempre van a sumar. Con lo cual abogo completamente por la diversidad, pero diversidad en todos los sentidos de la palabra: cultural, de sexos, de género, etc. Estamos en un mundo tan complejo, con tanto cambio constante en el que es importante también tener una diversidad generacional. Yo en mi empresa tengo gente de 21 años, pero también de 68. Es importante porque tengo las dos visiones: hay que mirar hacia el futuro, pero también sin dejar atrás el pasado que también te da unos valores históricos y una tradición que también puedes aportar a tu empresa. Hay que hacer este tipo de cócteles que funcionan muy bien.

¿Te has encontrado con barreras por ser mujer, por tu color de piel o por provenir de otra cultura?

Muchas de las barreras me las he puesto yo porque son las barreras de mis propios límites y de mi propia mente y dependiendo de mi nivel de conciencia en cada momento de mi vida, ha habido unas barreras u otras. Aparte de las barreras exteriores, barrera por ser mujer, por ser negra, que estas son las barreras de otros, no son las mías. Cuando tú vives mirando siempre hacia afuera, esperando la valoración externa, con la inseguridad que tenemos muchas veces las mujeres, realmente vives en la propia cárcel que te has creado tú y esas cadenas te las vas quitando cuando realmente te empiezas a escuchar a ti misma, escuchas tu propia voz y apagas todos esos ruidos de qué va a pensar la gente si hago esto o lo otro. Ese tipo de barreras las sigo trabajando cada día.

¿Cómo se sueña en grande?

Yo he soñado siempre en grande porque he tenido unos padres que han sido soñadores en grande. A ellos les tengo que dar mucho crédito sobre esto porque mis padres son inmigrantes y yo siempre digo que yo soy una doble inmigrante, porque vengo de una familia de inmigrantes africanos en España y luego yo emigro a EE. UU. Mis padres nos han enseñado a darnos una vida mejor a darnos cosas a las que ellos en su momento no tuvieron acceso, entonces eso ya te convierte en soñador, porque cuando tú decides que vas a darle a tu familia unas oportunidades que tú no has tenido ya eres un soñador.

Mis padres siempre nos decían eso, que soñáramos en grande. Mi padre siempre me veía en grandes puestos y me daba biografías de mujeres referentes. Una de las primeras biografías que me dio fue la Benazir Bhutto que fue la primera mujer ministra de Pakistán y yo era muy pequeña, tendría unos doce o trece años, pero mis padres me querían implantar ya ese mensaje de por qué no, en un mundo tan complicado como Pakistán que hubiera alguien así. También me leí la biografía de Margaret Thatcher.

Y a nivel profesional mis sueños son todos los que he ido logrando. Uno de los grandes sueños era levantarme por la mañana y decidir qué iba a hacer con mi día. Eso era de los sueños más difíciles porque había trabajado durante tantos años trabajando de 9 a 5 en una oficina de 4 paredes que, aunque estuviera en el Empire State, daba lo mismo, y yo no entendía que había otras maneras de trabajar o de ganar dinero. Para mí lo normal era que estudiaras para después trabajar en una oficina. Entonces cuando empiezo a darme cuenta de que no tiene que ser así y que puedo crear la manera en la que yo quiero trabajar y por ejemplo ahora hace unos días he estado trabajando en México y ahora estoy en Madrid y casi todo mi otoño lo paso en África.

Y Bisila termina esta entrevista contándonos cuál ha sido su gran sueño cumplido: poder trabajar dónde quiere, cuando quiere y a su propio ritmo y nos confiesa su sueño más pequeño: estar una semana tranquila meditando: “Para mí los sueños no tienen límite en realidad”, afirma.

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