A lo largo de la historia la contribución de la mujer en la ciencia ha estado patente a pesar de que siempre se ha subestimado su capacidad de investigación, producción y creación en este campo. La limitación en el rol social de los quehaceres del hogar y cuidado de los hijos, así como los escasos accesos a la educación han hecho que a lo largo de la historia muchas mujeres pasaran inadvertidas en este campo. Sin embargo, algunas mujeres lograron sobresalir, quizás no con el reconocimiento que tendrían en la sociedad actual, pero sí en una labor y una lucha que permitió a muchas, siglos después, evolucionar, comunicar y promover la ciencia.
Es el caso de la meteorología, y es que desde los años veinte, la mujer ha estado muy presente en el fascinante mundo de la atmósfera, cobrando cada vez más importancia y llegando a convertirse en muchos organismos y medios de comunicación en iconos y referencias destacadas. En nuestro país, su papel en este campo va desde el ámbito de la investigación hasta la exposición pública de la comunicación meteorológica en canales de televisión, internet, radio y prensa.
Felisa Martín Bravo fue la primera doctora en físicas en España.
Felisa Martín Bravo, pionera en meteorología
La que se convertiría en la primera mujer dedicada a la meteorología comenzó su carrera profesional en el conocido como Servicio Meteorológico Español, cuya sede se encontraba en el Retiro (Madrid) y que contaba con un Cuerpo de Administrativos en el que ya trabajaban varias mujeres.
Felisa Martin Bravo fue la primera mujer dedicada oficialmente a este campo, y lo hizo como auxiliar de Meteorología en el antiguo Instituto Nacional de Meteorología en el año 1928. Además, fue la primera doctora en Física de nuestro país y se convirtió en la primera y única mujer que ocuparía el cargo de presidencia en la Asociación
Meteorológica Española.
La primera mujer del tiempo de televisión fue pionera en informar de la predicción marítima.
Pilar Sanjurjo, la primera “mujer del tiempo”
La Guerra Civil Española supuso punto de inflexión en la incorporación de meteorólogas a nuestro país y no fue hasta 1966 cuando las mujeres volvieron a la carga. Lo hicieron de la mano de Dolores Parra Serrano y Pilar Sanjurjo Carro, quien en los años 70 se hizo famosa por ser la primera mujer del tiempo en Televisión Española y por ser una de las primeras personas que realizó una campaña en la Antártida.
Pilar era experta en predicción marítima, algo que hasta la fecha de su incorporación no se había ofrecido y que era vital para la gente de mar.
Desde entonces la incorporación de la mujer a ese campo ha sido progresiva
y continuada. Tanto en organismos públicos como privados y en medios de comunicación la mujer está cada vez más presente y es que hoy en día más del 35% de mujeres de nuestro país Son meteorólogas oficiales del Estado.
Eunice Foote, la mujer que descubrió el efecto invernadero y no se le reconoció
Esta científica climatóloga e inventora estadounidense nacida en 1819 fue, además de una ardua defensora de los derechos de las mujeres, una destacada investigadora y pionera del efecto invernadero.
A pesar de que es al físico John Tydall al que se le atribuye históricamente este descubrimiento, lo cierto es que Eunice ya había hallado las propiedades del dióxido de carbono en nuestra atmósfera tres años antes, demostrando que la presencia de este tipo de gases generaba un calentamiento adicional del aire cuando se les exponía al sol.
Los descubrimientos de Eunice fueron eclipsados por los de otro científico, varón, que publicó estudios similares años después.