Vera Rubin, fue una astrónoma estadounidense que demostró la existencia de materia oscura en el universo mientras mantenía una fuerte actitud combativa frente a la discriminación de género. Sus descubrimientos cambiaron para siempre el estudio del cosmos.
Falleció a los 88 años en Princeton (EEUU) tras una larga vida llena de reconocimientos y logros tanto en el campo profesional como en el social.
Nacida en Filadelfia en 1928, sus observaciones y análisis en los años ’70 cambiaron la forma de medir y comprender el universo en su total complejidad. Además se encargó de examinar la rotación de más de 200 galaxias y entre sus principales hallazgos descubrió que las estrellas alejadas del centro galáctico se movían a la misma velocidad que las más cercanas al interior.
Tal descubrimiento supuso una contradicción a las normas en las que se basaba la astronomía hasta entonces, ya que sostenían que las estrellas más distantes debían girar más lentamente. Pero pese a esto la doctora Rubin, usando como referencia las leyes de Newton, estableció que era posible tal equivalencia de velocidades porque en los bordes de las galaxias existía una masa densa e invisible que ejercía una fuerza sobre las estrellas. Otra de sus más importantes contribuciones a la astronomía fue su teoría de la materia oscura, un concepto vigente a día de hoy que representa un 27% de la masa y energía existente en la universo conocido.
Su relevante contribución profesional dio lugar a uno de los avances más significativos del siglo XX para la astronomía por el que fue considerara para el máximo honor en su campo el premio Nobel. Aunque finalmente no le fué otorgado y la reputada Marie Curie sigue siendo la única mujer hasta el momento premiada con tal reconocimiento.
De entre su legado más relevante Vera Rubin dejó publicado más de 100 artículos científicos y se abrió camino para estar en los consejos editoriales de revistas divulgativas y para ser miembro de la Academia Nacional de las Ciencias. Recibió muy importantes premios entre los que destacó la Medalla de Ciencias de EEUU. Vera Rubin fue una mujer que nunca dejó de buscar y de mirar en el firmamento y que siempre tuvo tiempo para ayudar en la labor social de buscar dignidad y visibilidad para la mujer en un campo profesional dominado por hombres.
