El G7 (los países con más peso político, económico y militar del mundo) han firmado el “pacto de la moda” comprometiéndose a cumplir una serie de medidas para que la industria textil deje de ser la segunda industria más contaminante después de la del petróleo.
Se trata de una hoja de ruta para “limitar el calentamiento global, restaurar la biodiversidad y proteger los océanos”.
Entre las medidas está reducir o eliminar las bolsas de plástico, no arrojar productos químicos a ríos y océanos, reducir las micro-fibras de materiales sintéticos, promover la utilización de energías renovables o que el algodón, el lino y el poliéster que utilicen las marcas sea orgánico, sostenible o reciclado.